"...Es infinita y quebrada la distancia que media
entre el aromo y la verbena.
Él extiende con pálidos capullos,
sus brazos ásperos, cansados ...
Ella, reclama el rojo ardiente
a ras del suelo, su soledad irremediable.
Tal vez, haya otro tiempo de mensajes
cuando los hombres depongan mezquindades
y en un amanecer de surcos madurando
regresen las abejas."
Irma Droz/Cuando regresen las abejas/ Revista Literaria Mapuche.*Y ya dicen por ahí que la poesía es lo único que calma un alma cuando entra al caos.
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