viernes, 20 de enero de 2012

Vacío-a-.

Existen días en que la soledad se disfraza de gente extranjera, en que los blá blá de la gente no son más que eco en un vacío inmenso. Ese vacío que tú debieses llenar ahora.

Aquí están mis sábanas: vacías y frías en un verano tortuosamente cálido, aquí están mis manos: rosando mil y unas ajenas en la muchedumbre, pero esperando la tuya que hoy está lejos.

Y aquí, aquí estoy yo, sincera y gritando a  mis cuatro paredes que la vida que elegí es la que quiero vivir, sin arrepentirme de nada, solo dando cuenta del vacío.