sábado, 28 de noviembre de 2009

Hoy.


Hoy fue uno de esos días de los que hace mucho no tenía. Como de costumbre concurrí a lo que verdaderamente me gusta, vi sonrisas de niños que no están acostumbrados, y conversé con gente que en mi vida a había pensado. Tomé una locomoción y al bajarme caminé directo a comprarme un caramelo, porque mi estómago lo pedía a gritos. Llegué donde me citaron, esperé algo así como diez minutos -cosa que no acostumbro a hacer, pero por lo especial que era esa persona, lo hice-; me senté donde quedamos de hacerlo, al principio del anden, hacia el lado del chofer del metro, como me dijo.
Escuchaba la misma música de siempre, cuando de repente la veo, igual que antes, con su rostro que refleja ternura, sin ser necesario, con una sonrisa; nos abrazamos, nos preguntábamos cómo estábamos, qué tal la familia, qué tal los hijos, entonces seguimos nuestro camino, juntas obviamente. Descendimos en la estación que correspondía, no sabíamos cómo llegar, pero sí teníamos la certeza de donde era; tomamos el bus que nos dejaba en su casa, esa casa que tantos momentos alegres cobijó, y por que no decirlo: penas. Pero esta vez, queríamos y creíamos que sería distinto, sería un día de esos en que nos "pondríamos al día", nos contaríamos todo lo que teníamos pendiente. Aunque para eso, primero tendríamos que llegar allá.
Nos bajamos del autobús,y caminamos con la idea de recordar lo que creíamos perdido, gritamos su nombre un par de veces - mientras tanto, el calor era insoportable y mi sed incontenible- se asomó a la ventana e hizo una señal, queriendo decir que esperaramos un instante.
Salió, saludamos, entramos, nos sentamos, vimos a su hijo, y empezamos reír de las tonteras que hacíamos antes, conversamos cosas serias también, que no se crea que solo fuimos a chacharear, nada que ver.
Por eso y más detalles de hoy, creo que el día fue de aquellos que hace años no tenía.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Creo haber encontrado a quien busqué
dijeron una vez, creo haber amado,
pero me equivoqué.
Ya no existen los príncipes, ni las princesas...
Yo te digo entonces que:
sí se puede crear un mundo
sí se puede imaginar lo que otros no quieren imaginar,
sí se puede amar nuevamente sin temor,
sí se puede encontrar un reino en el que no hay miedos
y en que se puede cantar, reír, jugar y soñar a la vez
aunque también llorar y a la vez calmar dolor.

Todos dicen que la vida color de rosa es la mejor
¿qué sucede con los que no nos gusta ese rojo desabrido?
¿Qué pasa con los que no hemos acostumbrado, jamás, a vivir con una monotonía de colores?
odio el rosa, y lo seguiré odiando.
quiero un mundo lleno de colores
lleno de luz, de esa que aveces ciega y aveces no.
quiero escuchar voces en frecuencia modulada
que digan que aman
quiero ver proyectos realizado para sentir la satisfacción de quien los realizó
quiero ver un par de ojos que cambian de color
quiero seguir al lado de quien hoy tomó mi mano para levantarme del suelo
quiero poder decir que fui feliz
quiero contarle a todas que encontré lo que creía perdido

Muérete de la envidia me dijeron una vez
mas yo hice caso omiso a semejante estupidez
pues ella hacía barbaridades y nadie se daba cuenta
pocas veces el dolor es satisfactorio
ahora digo yo eso que me dijeron, pero sin el "morir"
y sin la "envidia"... jamás he servido para eso
ya me tiene sin cuidado.

Momento oscuro en el querer de más arriba
Momento claro ahora:
Quiero gritarle a los cuatro vientos como dije una vez
pero ahora quiero que sea verdadero,
sin mentiras
sin otras personas
sin terceros ni cuartos, ni quintos ni sextos
tan solo quiero.

Ayúdame a quitar el dolor de quien ya no se aparecerá jamás
ayúdame a esbozar una sonrisa sincera, como hasta hoy
quítame las lágrimas de las mejillas
con la mano con la que me ayudas
despeja mi rostro del cabello que no me deja ver
ayúdame que estoy dispuesta a hacerlo yo también
sonriamos sinceramente
lloremos, pero de alegría
paremonos juntos del suelo
despejemos nuestro rostro de lo que nos ciega
hagámoslo ¡ya!

sábado, 21 de noviembre de 2009

Despertar a tu lado.


Como quisiera beber de tu boca Roja,
hechicera, elixir de amor.

Y Ver en tus ojos el esplendor

De la vibrante primavera.


Sentados junto al río
Ver tu cara en agua reflejada
Echar al aire una carcajada

Empapando los cuerpos de rocío.

Con tus dedos finos
Acariciando mi cara
Esperando que sol se ocultara
A lo largo del cielo divino

Como quisiera besar tu boca
Viendo la luna asomarse
Y las estrellas derramarse
Sentados junto a la hoguera.


Beber de una misma copa
El elixir de amor eterno
Y despojar tu cuerpo de ropa

Gozando el placer más tierno.


Despertar la mañana siguiente

Dando al sol la bienvenida
Haciendo del monte nuestra guarida
Y del cielo nuestro confidente.

(Hector. H. Carvajal)

jueves, 12 de noviembre de 2009

[. . . ]


Quiero verte sonreír, como hasta hace poco lo hacías y quiero ver el brillo de tus ojos cuando caminas al sol. Sé que las cosas se complican sin previo aviso, y que la que en ocasiones amamos y otras no tanto, la vida, nos da la espalda cuando se le ocurre; pero pa` eso estamos los amigos, pa` eso está la gente que te ama, pa`eso y más, mucho más.
Quiero seguir caminando a tu lado, no quiero que seamos un 'tú' ni un 'yo' pululando por ahí, quiero perpetuar el ' nosotros' que hasta ahora hemos demostrado fortalecer, pese a todo cuanto se nos pone en el camino.
Quiero que sepas que las canciones, bailes, esperanzas, alegrías, y todo los que hasta hoy hemos vivido sigan siendo fruto de lo simple que nos otorga el día a día.
Te invito: dejemos por un instante, atrás lo que nos hace sufrir, dejemos las lagrimas a un lado, dejémos todo lo del pasado donde corresponde, en el pasado; y traigamos a nuestras miradas las alegrías, las risas y el presente que nos hace respirar sin miedos, y pensando que somos capaces de poder imaginar volamos sin temor a los incrédulos

martes, 10 de noviembre de 2009

I

Concédeme un baile compañera
en silencio insomnio nervioso
te asalto, tu miel ahora está en mi
negligente mirar
una vuelta y otra más
un abrazo que no está
Es extraño extrañar
es extraño no olvidar
esas manos de sabores
esos labios de colores
buscando frutos del bosque
en el cerro con Lucía,
con consejeros, con trogloditas
con tacto de chocolate
con texturas de orégano y queso
Otórgame el deseo
concédeme la gracia de tomar tu mano
danzemos en este corral de estrellas
crucemos este mar dibujado en un papel
quizás tu cuerpo me quiera ayudar
a sortear el cielo, a pisar el mar.
En medio de eras de revoluciones cubistas
régimenes europeos sedientos,
pueblos radicales observados desde la ventana,
espíritus de navidad con el júbilo a cuestas,
ejerciendo poder en internalistas teorías,
estrujando el llanto de días
con añoranzas borrascosas
gritos horrorizados
con prosas con carcajadas
cantando en silencio a una sombra del cortejo
acrónicas verdades
tus manos sustentan
el ascenso inmortal.
Marinero de paso
cabizbajo contempla
ríos preñados de arrugas
consigue el territorio de los desconsolados
valora a quienes al fin lo observan
formidable vestido de tronco y barro
no nos resistimos a su mente divina
protegiendo tus caderas
tu dulce paladar
de largos pasos incesantes
de señoras con paz y causa.

II

Peldaños de besos
gustosa de dulces
amaneceres y ocasos
eres el calor en mi cuerpo
cadencia en mis tímpanos.
El viento ya no tiene pudor
pieles y manos sueñan despiertas con
caricias descendientes.
Ombligo sembrado
agua hirviendo cubre su miel
cosecha en mi ser
taninos suaves y aterciopelados.
Risas despeinadas abundan en los detalles
calando estaciones
víctimas de un aroma de deseo
donde la sinceridad festina,
desarrolla milagros
traviesa, torpe, enredada y risueña.
Compañera déjame vibrar
desvelemos el compás
Otra vuelta...
que no acabe jamás.
224 razones para implorar
cosquillas crujientes entre pasto y pared
sudor de calas,
de abrazos y llantos
de susurros cómplices
de piernas sagaces
de rabias infames
y de acémilas reacciones.
510 esperanzas
de un concierto nocturno
de jornadas moribundas
danzadas al son de perfumes ausentes.
Con abismo nervioso
la mano invita
sigilosamente a pupilas colectivas.
De reojo millones de miedos
límites omitibles
jugueteos titilantes
conversan de los cielos
de fértiles campos
de memorias utópicas
de caracoles caminantes
de nubes a caballo.

III

Inconstante camina
jugando a ser revolucionarios
papeles en mosaicos
se vuelven partículas audiovisuales.
Sinfonías sonrojadas
jugando a ser cesantes
hojas de marrón
se transforman
en alegrías de musa
imaginando persecuciones
con risas fatigadas.
Dame compañera
mapas de susurros
sonatas de labios
audios con caricias
viajes soleados
estímulos de cacao
bailes entre monotonías
entre andenes
entre despedidas
entre bolsos y carteras
entre aguas y bebidas.
Dame compañera
tu mano
con ímpetus de hambrientos.
Dame colores
con pinceles eternos.
Concédeme un baile
concédeme tu felicidad
concédeme abrazarte
concédeme besarte
concédeme un susurro
concédeme tu piel
concédeme amarte
concédeme ser feliz junto a ti...



(A.L)
* Lo demás se omite, lindo obsequio, lindas palabras, lindo todo.