jueves, 30 de septiembre de 2010

Dígame-lo

Dígame usted que sabe tanto:
Qué le sucede al mundo que la gente ha muerto, muere y morirá de hambre, que las ballenas poco a poco van desapareciendo, que salen a flote las mentiras y una se va dando cuenta de que las personas son más falsas que Dios.
Dígame qué sucede, dígamelo.



esta la firmo Yo.-

sábado, 25 de septiembre de 2010

"Maldita primavera"



Yo hoy, como soundtrack, me quedo con la ya archi-repetida canción de Yuri: Maldita primavera, y no porque quiera "enamorarme ahora" o cosas de ese estilo, sino porque a pesar de que esta estación es una de mis favoritas, la odio con todo mi ser cuando de hablar de plátanos orientales se trata.
En días despejados, como el de hace unos cuantos días, al querer pasar un momento agradable-entre otros desagradables- en el bandejón de una inmensa avenida, tirada en el pasto, en buena compañía y con un ruido de autos que en los semáforos rojos se silenciaban, ahí estaba ella, esa maldita primavera que no hace más que arruinar el silencio de los discos pares y semáforos colorados de la ciudad. Ahí están los pajaritos que con su revoloteo no hacen más que revolver las pelusillas que están quietas en las ramas de los árboles.
Yo antes no era de las que odiaba esta estación, quizá porque ni cuenta me daba de que hablaba gangosa, de que me lagrimeaban los ojos y de que me picaba la nariz; sin embargo, hoy si bien no la aborrezco, la considero maldita.

jueves, 23 de septiembre de 2010


Remolacha inconsciente, verdura asesina con ojos fritos de tanto hervir. Mira tus pupilas putrefactas de tanta maldad asechándote, de llamadas telefónicas con un olor inaguantable. Mírate, sedúcete con esa putrefacción que no hace más que desconcertar mi tranquilidad alba y soberana.
Comparta con quienes expelen de su mismo aroma, de aquella esencia que al mundo muestran floral, pero que no es más que un podrido espíritu de supervivencia, que no hace más que vivir en base a sus instintos carnales, repletos de sexualidades inconclusas y enfermedades contagiosas, con halitosicos besos con aromas a pantanosos. Así eres tú, remolacha inconsciente.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Luego de tantas alegrías, bailes y comida abundante, llega la tristeza, la quietud y el hambre.



Y usted: no dice na'.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Poco a poco








Poco a poco nos desvaneceremos. Porque hoy a la noche se corta la luz.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Cataplam, cataplam.

Con unas decenas de cartas sin entregar y otras poesías más en la mente, pues el temor de escribirlas y que sean leídas por ojos curiosos es mayor, así estoy. En un momento del día en que la realidad supera la ficción: son cajas y cajones de papeles escritos con la finalidad de decir lo que no se puede, o lo que no me atrevo.
Con la cabeza repleta de canciones que más de alguna vez sonaron como coros de comidas en lugares impensables, en la cima de un cerro, en la azotea de un departamento, en el extremo del país...¿Quién sabe? sí, alguien sabe, sin embargo, no quiero entrar en detalles que ya no valen la pena.
En aquel cajón hay también imagenes de películas, de lugares verdes y de fotografías en blanco y negro. Quedaron en esa cajita de color rosa llaveros de muñequitas de madera, abrazos escondidos, flores gigantes sacadas de un jardín gigante, cortadas con un cariño gigante y con miles de poemas con "concederes" gigantes. Ahí quedaron.
Esa cajita rosa, tiene una tapita, esa abre y cierra, una y otra vez, una cinta azul que se enreda entre los dedos de quien guarda gigantografías y cosas por el estilo.
Sí, la realidad supera la ficción, la supera.