martes, 13 de diciembre de 2016

Hoy entre mis cosas, encontré el inicio de nuestra historia que había comenzado a escribir.
No la leí solo por el miedo a recordar.
Solo quiero recordar a Cipriano, el perro policial que nos acompañó en la fiesta de la avenida principal.
El cuaderno está hoy en la basura.

domingo, 4 de diciembre de 2016

Bocas

Me gustan ciertas bocas.
La tuya por ejemplo, pero me gusta porque ya no la tengo y la busco en otros.
La logro encontrar y la retengo solo una noche, porque sé que si le doy más tiempo podría llegar a sentir lo mismo que sentí por la tuya.
No quiero más bocas.
Solo las quiero para no perder la costumbre de besar hasta el cansancio, para sentir que desde ellas sale el grito desesperado de la alegría nocturna.
Me gustan ciertas bocas, pero no como la tuya, no.

miércoles, 28 de septiembre de 2016

Cada palabra cierta

Saliste de mi lista de contactos favoritos de llamadas.
La luz de los mensajes entrantes ya no tienen un color particular,  es la misma que todos. Nunca más volverá a parpadear,  es un he hecho porque tú lo hiciste así.
Las caminatas las haré sola, por los mismos lugares y de otras manos, al fin y al cabo siempre debió ser así.
Respiro tranquila y le pongo un punto de esos que cambian tema, quizás uno final.

lunes, 12 de septiembre de 2016

Me di cuenta que los viajeros cambian,  pero los caminos siguen igual que siempre.

martes, 6 de septiembre de 2016

Hoy

Sorprendida.
Sorprendida de la forma en que las personas se desligan de otras tan fácil y rápidamente.
Decepcionada, decepcionada de que esa persona hayas sido tu y la otra yo.

sábado, 3 de septiembre de 2016

Tranquilidad

La tranquilidad de mi alma me sorprende.
Hoy no te veo como el hombre de colores, el de ayer. Hoy te noto gris.
No te siento el super héroe que iría en mi rescate si cayera de las grandes montañas, no.
La sonrisa sincera, se volvió necesaria para que el mundo no te pregunte el porqué.
Aquellas manos no son parte de mi, son parte de otro ser  aunque aún no lo quieras decir.
Sigo intentando comprender por qué el cerebro lucha con las emociones, y cómo éste gana la batalla solo porque tú eres el que sigue alentándolo.
Comprendo hoy tantas cosas. Al fin, dirás.
Hoy la que está mal no soy yo, al contrario.  Veo todo claramente y eres tú el que se pone una tela frente a los ojos, una tan transparente que eres tu mismo el que se engaña y cree no ver.
Hoy no eres mi hombre de color sol, hoy no eres el protector de mis sueños, hoy eres un bonito recuerdo y una pérdida solo porque tu quisiste.
Solo porque no fuiste capaz de asumir que la vida sigue y las personas no son iguales a otras; porque no tuviste valentía de arriesgarte a cruzar el río.
Te saludo desde el otro lado, desde donde el sol siempre está,  desde donde la brisa es tranquila, donde los desayunos son alegres, desde donde los sillones son más cómodos, desde donde el té sabe mejor y donde los libros y perfumes son tesoros, pero por sobretodo desde donde todo brilla y nada se reprime.

viernes, 22 de julio de 2016

Así

Desbloquea su teléfono y ahí está, una o varias canciones que solo ambos saben su significado. Mira el mapa del tren subterráneo y ahí están,  dos estaciones,  de extremo a extremo de la ciudad,  donde sólo los dos saben cuánto significan para el otro.
Miran el reloj y solo ellos saben cuánto falta para volverse a ver.
El pijama de rayas para él,  el azul para ella. El té bien cargado para él y Early Grey para ella y muy suave.
Un par de herramientas y hacen un sillón,  él es de los clavos y ella la de los detalles de la tela. Solo los dos saben el resultado y lo buen equipo que son.
Un par de cucharas y tazas para él y libros para ella.
Pocos saben de ambos, muchos eso sí de ellos individualmente.

domingo, 12 de junio de 2016

Hombre amarillo

El hombre amarillo todo lo puede,  sube montañas y las hace suyas.
Sonríe y el mundo cae a sus pies, canta y todos lo oyen, me habla y nada se escucha a su alrededor.
Es capaz de bajar pesadas maletas como si fueran hechas de aire, me canta bajo el agua y yo aún así lo oigo.
Dice que no hay temor, dice que solo hay sonrisas, dice que la lluvia es lo mejor y que no basta con decir sino que lo importante es hacer.
El hombre amarillo me mira, el hombre amarillo me trata, el hombre amarillo es mío.

sábado, 30 de abril de 2016

miércoles, 20 de abril de 2016

lunes, 18 de abril de 2016

La espera le ponía cada vez más nerviosa.
Se paseaba de esquina a esquina de la diminuta habitación, mirando cada 3 minutos el teléfono por si es que sonaba, aunque fuera una llamada perdida.
Se miraba al espejo, como si pasaran muchas horas y se le deshiciera el peinado. Se volvía a mirar por si entre los dientes le quedaba algún resto de comida.
Miraba por el ojo mágico, quizás estaba ahí y no se atrevía a golpear la puerta. Pero no.
Hasta que suena el citófono y el conserje anuncia su llegada. -Qué suba- dice, y al fin aquella espera termina.
Cuando abre la puerta, comienza a sonar su teléfono. Un sonido ensordecedor y repetitivo; era la alarma. Debía llegar temprano a la oficina hoy.

lunes, 4 de abril de 2016

Se sentaba como cada tarde a mirar por su ventana. Desde ella observaba el mundo e imaginaba los sueños y frustraciones de los vecinos del departamento de enfrente.
La rutina seguía siempre igual, hasta que los vecinos decidieron cerrar las cortinas.


viernes, 18 de marzo de 2016

Las lágrimas han sido sus compañeras eternas, solo que se esfuman antes de salir de sus ojos. Ojos de un profundo tono marrón y que brillan al sol cada vez que proyecta felicidad.
Sin embargo, llegó la hora de poder abandonar ese brillo tan particular,  de poder avanzar y de dejar de ser el sol que también eliminaba de tu rostro aquellas lágrimas de penas que nunca pasarán.

lunes, 14 de marzo de 2016

Hombre café

Él es un hombre al que le gusta el orden, quizá en sus más recónditos pensamientos tenga una que otra neurona fascista, es probable.
Deja cada mañana sus pantuflas ordenadas a los pies de la cama, porque a la tarde, cuando llega de su oficina lustra sus zapatos para el siguiente día y el cómodo calzado es su relajo de media tarde.
Sus lentes no lucen ningún rayón ni mancha, los limpia cuidadosamente y los deja en su caja color café, cada vez que descansa su vista del eterno acompañante: su computador, su teléfono y sus cientos de redes sociales. Estas últimas son sus compañeras de noche, de aquellas noches en que ella no quiere ni saber de él. 
Su departamento está decorado con rigurosos tonos café y blanco invierno, la seriedad de su comportamiento se refleja en las lámparas de tonos y ángulos rectos, él se siente bien así.
De vez en cuando ejercita su cuerpo y expulsa el estrés semanal que ocasiona su importante trabajo.
De vez en cuando cocina y no espera el delivery, pues paciencia para ese tipo de nimiedades no tiene-tanta-.
Su vida es una mentira, su vida es egoísta, el egocentrismo de su personalidad vanidosa hace que las personas se alejen, ya que aparenta un humor negro que solo logra alejar a quien tiene el más mínimo intento de acercamiento amistoso. 
Esas lejanías, que sin dudas son muchas, son solo el reflejo de la vida que le ha tocado vivir, él no tienen la culpa; la tiene la vida, su vida. Llantos que esconde, llantos que quizás nunca salieron a flote y que aleja los hombros que solo quieren hacerle compañía momentánea.

Yo lo observo de cuando en vez y cuando logro hacer contacto visual, él se aleja y me dice que debe ir a hacer sus quehaceres, que debe ir a buscar a una mascota que no lo conoce y que debe leer no sé qué cosa, porque el deber es más importante. 
Aquella conexión es el único gesto donde se logra ver la ingenuidad y la debilidad de este ser humano, socialmente perfecto, pero humanamente común.


viernes, 11 de marzo de 2016

Sé que me miras, pero no logras ver nada aquí dentro.