Nada de nada, así como qué de qué.

Busco, y trato de encontrar la sonrisa de quien no he visto jamás reír, observo lo que casi nadie ve en los demás, persivo lo que casi nadie hace, energías y pre-sentimientos que pocas veces se pueden descifrar. Nadie, o casi nadie entiende el por qué estar tirada en una cama mirando al techo, pude significar algo más que solo mirar, pocos entienden a quien ríe sólo en la calle, nadie entiende que cantar bajo la lluvia es tan normal como poder decir que el queso tiene rostro. Nadie entiende que el bosque tiene aromas frutales sin que ahí haya algún árbol frutal, nadie entiende que el placer que provocan los detalles ínfimos, es tan enorme como el brillo de los ojos del ser que está en frente.
Nadie entiende nada, sin embargo, yo sí lo hago. Y creo que hay alguien más que lo hace en los recónditos lugares del sub-mundo capitalino.

Hoy

Innumerables,
de esos que nadie sabe aun
colores en la mente,
de esos que no se imaginan
dulzura encargada de gritar lo que esas bocas comunes no se atreven jamás, canciones que nadie canta ya
pero que hoy son las testigos de cánticos alegres
sin temor juega ella
con timidez él, así lo dice
con dulzura ambos.
Sabores naturales ácidos, dulces, frutales...
así y más.

Problema existencial

No sé como hacer lo que los demás realizan con tanta facilidad. Sé que soy capaz y que al concretarlo más de alguien se sentiría la persona más querida del mundo, enrealidad eso sería recíproco; sé a ciencia cierta también, que al hacerlo me sentiría feliz , contenta y sonreiría aún más de lo normal. En ocasiones lo he hecho y créanme, se siente bien, pero mi problema radica en que no sé como llevarlo a cabo nuevamente sin caer en el exceso, sin aburrir a quien está frente a mi, sin hacer sentir a esa persona que no puede respirar.
Con el temor de perder el brillo que caracteriza a ese par de ojos, es que no sé cómo enfrentar mi problema, mi gran problema.
Envidio a quienes tienen esa facilidad demostrativa con el(o en su defecto La) otro(a).
Para quien no sepa, mi problema es abrazar.

No-saber, he ahí el dilema.

No sé qué escribo
No sé qué leo
No sé lo que miro
ni mucho menos lo que toco
No sé lo que siento,
No sé qué es decir
No acepto lo que se debe aceptar
No digo lo que todos quieren oír
No escucho lo que todos dicen
No asumo lo que se debe
No miro lo que miran
veo detalles que nadie ve.
Pero extrañamente, digo que sí a (casi) todo.



*En la imagen, mi príncipe azul verdoso.

Le clown par contumace
Pensant que le reste serait sacré
Au vu de la divine fleur
Les couleurs de livraison dans vos mains
Entendre des vérités vie gaie.
Elle s'endort et éveillé
Enluminés de l'obscurité, toujours souriante
Orchestrant un câlin
Avec des idées délirantes et un baiser
Exhalé vent rentables
Nursery manquait cachette.
Un grillon pressé de viande sur le rabat du clown,
Nous constatons que l'univers est consommée
Que l'aménagement ne se saouler avec les couleurs de l'arc en ciel
Que les roses s'habillait avec des organismes princesse.


*Traducido de uno real realísimo de verdad.

No se manifieste como rebelde
sé que jamás creyó en los sagrado,
no crea tampoco en la naturaleza divina
pero sí en la entrega de sus manos,
ría verdaderamente
pues, somnolienta siempre despierta iluminada-sigue insistiendo-
con el brillo de aquellos ojos
re-cita con la música de los abrazos no-deseados ayer
y que de una vez se proclamaron mediante el ósculo
!qué huracán!
ya no existe la guarida.
El susurro se escucha
y el mundo poco a poco acaba allá afuera
si bien, colores, se adueñan de ella
él es el pincel que los mezcla.

...

Quiero seguir soñando con mariposas que se posan sobre mis manos cálidas
por el frío resonar de los tímpanos plateados del ayer
refulgantes auras celestes, con colores desmezurados de gracia y sonrisas
mil y una maravillas de ojos brillosos que recorren ambas sonrisas cómplices
relatos de un más allá que están pronto al más acá
golpes de aquellos que gustan y son adictivos,
por las sonrisas y caricias que luego vendrán
no-miedos nunca más, ni jóvenes que desterrar
Pero para aquello falta más
y los ingredientes son:
un par de ojos que brillan al sol
una sonrisa
que cálida se superpone entre la suya
y un par de manos que sobre las de ella se apoyan.
Y recién podría comenzar a soñar.