
Quiero seguir soñando con mariposas que se posan sobre mis manos cálidas
por el frío resonar de los tímpanos plateados del ayer
refulgantes auras celestes, con colores desmezurados de gracia y sonrisas
mil y una maravillas de ojos brillosos que recorren ambas sonrisas cómplices
relatos de un más allá que están pronto al más acá
golpes de aquellos que gustan y son adictivos,
por las sonrisas y caricias que luego vendrán
no-miedos nunca más, ni jóvenes que desterrar
Pero para aquello falta más
y los ingredientes son:
un par de ojos que brillan al sol
una sonrisa
que cálida se superpone entre la suya
y un par de manos que sobre las de ella se apoyan.
Y recién podría comenzar a soñar.
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