viernes, 18 de marzo de 2016

Las lágrimas han sido sus compañeras eternas, solo que se esfuman antes de salir de sus ojos. Ojos de un profundo tono marrón y que brillan al sol cada vez que proyecta felicidad.
Sin embargo, llegó la hora de poder abandonar ese brillo tan particular,  de poder avanzar y de dejar de ser el sol que también eliminaba de tu rostro aquellas lágrimas de penas que nunca pasarán.

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