sábado, 12 de diciembre de 2009

Noche(s) de imnosmio

Una incesante búsqueda
por noches de insomnio
y lunas estrelladas de pensamientos,
bañados en aguas oculares
razones sin querer
y acciones impensadas
guiadas por el orgullo de quien las realiza.

Vinos insaboros, panes sin sal,
frutas agrias,
noches de insomnio

Números letreados que
solo indican el enojo y
el otro sin-sabor,
orgullo enfrentado a orgullo.

Mañanas claras reanudan,
mañanas de insomnio.
Pensar que marchará y
ella sola quedará, rodeada
de todos, no viendo a ninguno.

Llamadas que no dicen nada nuevo
citas que entre-lágrimas
conllevan a la indiferencia
del otro, de él, del que se marchará.

Abrazos que son impulsos
a calmar sollozos
abrazos que son correspondidos,
por necesidad, por afecto que se quiere guardar.

Comidas abundantes
repletas de pretextos, de tiempos
exquisitas en anhelos e ideas
que pronto se concretarán.

Postres de azúcar que
endulzan los últimos
momentos, antes de marchar.
Lágrimas prófugas que ni
regresarán jamás a su lugar.

Abrazos interminables,
con ganas de no soltar,
no dejar marchar.

Besos con ojos cerrados,
de esos que sienten
hasta el pensar.
Despedidas que duelen, pensando
que él no volverá jamás.

Promesas desde la distancia
cercanas desde el latir
que más que lágrimas
dejan sonrisas que partir.

Un adiós con la mano,
queda solamente,
sonrisas disimulan aquellos mares
que salen, que dan la espalda
a quien se marcha.



*A quien marchó, pero sé que pronto regresará.

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