viernes, 13 de marzo de 2009

Olvido, el calmante?


Cojía un espejo y mientras se miraba, pensaba en cual sería el momento exacto en que se encontraría cara a cara, verdaderamente, con aquella persona en la cual pensaba esas tardes que el viento chocaba con sus mejillas. Trataba de actuar para sus adentros, maquinando cuál sería la manera correcta de hacerlo, imaginando qué era lo que tal vez esa persona le diría y lo que no.
Era tanto lo que pensaba y tan poco lo que actuaba, que en esos días ella ya no quizo buscar más a aquella persona, el olvido no era su remedio favorito, pero sí un calmante momentaneo; una especie de morfina al dolor que cada día no sabía si era era menos o más que el día anterior.

1 comentario:

patty dijo...

joselina, no quiero hacer comentario sobre lo que escribiste,creo q no estoy en condiciones, lo unico que quiero q sepas es que te quiero mucho, y gracias por estar ahi!!! eres un gran apoyo!!!