La mente perversa de ella
constantemente maquinaba contra la angelical de él, siempre quiso ir a algún
lugar ‘no deseado’ , pero la timidez de su novio siempre se lo impidió. En un
día de paseo común y corriente, ella lo ató de manos y pies, lo llevó al sitio
que siempre deseó, allí al fin fue feliz por unas horas. Él solo la miraba
extrañado, la desconocía a ratos, pero ella era feliz comiendo una hamburguesa
de esas con mucha mayonesa.
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