lunes, 19 de septiembre de 2011

Un día.


Pasar y saludar
caminar y darme tu mano,
que tu mano le haga compañía a la mía
que mis pies caminen al mismo paso que los tuyos
que con los amigos nos riamos a carcajadas
que nos embriaguemos al son de la música de la radio
y nos acostemos en el suelo porque los pies pesan.
Así el día termina.
Verte dormir y gritarte al oído que tus brazos no se posen en los míos
Despertar por el susurro de la mañana, y de los pasos de la gente que camina,
mirar hacia afuera y ver que brilla el sol.
Así el día comienza-nuevamente.

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